Antes de estallar la Revolución Francesa ya se conocía que la situación económica francesa no pasaba por su mejor momento. La agricultura, uno de los sectores más importantes de la economía francesa en esos momentos estaba en una muy mala situación, y a esto se le añade las desfavorables condiciones meteorológicas que se dan en ese momento. Esto causa una fuerte crisis de subsistencia que provoca el descontento de los grupos sociales más afectados por esta crisis.
A esto se le suma la crisis fiscal provocada mayoritariamente por los préstamos a las colonias rebeldes de Norteamérica que fundarán los estados unidos de América al independizarse de los ingleses y los déficits públicos se ven empeorados a causa de las guerras entre Francia e Inglaterra.
Todo esto llevo a que la deuda pública fuera más grande que el presupuesto estatal, cosa que provocó la bancarrota. Al presentar soluciones para mejorar la situación económica del momento los estamentos más privilegiados se vieron en peligro cosa que dio lugar a la revolución de los privilegiados.